lunes, 28 de diciembre de 2009

Debatiendo

Como tenemos una hora y medía para comer, a veces, como hoy, surge la sobremesa. Y hoy, hablando de moralidad política, libertades y ejemplos a seguir, he recordado una entrevista que leí el día 23 de este mes en La Vanguardia. Aquí dejo un resumen de ésta y quien quiera saber más, aquí está completa.

"Vivimos en sociedad, pero no socializados; en ciudades, pero no civilizados: nos apiñamos en urbes, pero no para crecer juntos sino para consumirnos unos a otros. La sociedad es un mercado donde nos consumimos como empleados, como amantes, como parejas, como amigos. Y vamos reemplazándonos sin haber llegado a convivir plenamente en madurez, porque cambiamos de pareja; de amigos o familia sin hacer en cada ocasión el necesario esfuerzo de cambiarnos - de mejorarnos-a nosotros mismos. Tenemos todos los incentivos para prorrogar la adolescencia hasta las canas pero ninguno para empezar a madurar, que es la aceptación de ese común vivir y envejecer juntos".

Javier Gomá, ensayista; director de la Fundación March; autor de ´Ejemplaridad pública´"Hemos sido libres antes de aprender a serlo"LLUÍS AMIGUET - 23/12/2009

jueves, 17 de diciembre de 2009

Under the snow

Salgo a la calle y nieva, dulce y pausadamente. Entonces una sonrisa se me dibuja en la cara. Me gusta la nieve y más en Navidad. Me gusta porque me trae recuerdos: un bosque y nieve virgen. Pasar por donde nadie antes ha pasado, me recuerda al paseo lunar de Neil Amstrong, dejando huella. Sin embargo, la mía pronto se borra o se mezcla con otras huellas, pero aún y así no pierdo la satisfacción de ese sonido que hace la nieve al comprimirse bajo la presión de mi cuerpo. Me gusta escuchar ese ruido rodeada de un silencio absoluto, sin embargo, aquí en Paris es imposible: coches, gente, motos... Demasiado ruido para apreciar los detalles.



El tiempo sigue pronosticando más nevadas, a ver como cambia mi opinión cuando me resvale en una calle helada...

martes, 15 de diciembre de 2009

Versalles & more

Sábado

A una media hora de París, encontramos el palacio del Rey Sol. Parecía que por ser invierno y hacer mucho frío, no iba a haber mucha gente. Error, aquí parece ser que siempre hay turistas. El palacio se encuentra en el mismo pueblo y su verja de oro guarda la opulencia y magnificiencia de éste.

Los jardines son enormes y un largo lago cuadrado limita el marco central de éstos. A sus lados se extienden bosques, jardines y las posesiones de Maria Antonieta, quizás uno de los sitios más sorprendentes. Son pequeñas casitas de madera, con su huertecito, un pequeño estanque y jardines ingleses los que conforman este pequeño mundo a parte que la reina se creó para escapar de las estrictas normas de la corte. Es precioso e incluso hay una granja, una gruta y un pequeño teatro.


Versalles nos muestra las salas de reuniones, habitaciones reales y siempre en detalle puertas secretas que permitiesen escapar de los aposentos. De echo, cuando el pueblo invadió Versalles en busca de los reyes, Maria Antonieta pudo escapar por la puerta secreta de su habitación.

Pasamos todo el día rodeadas de la historia de Francia y aún no cansadas acabamos la jornada delante de la torre Eiffel, viendo un espectáculo de luces que se realiza por el 120 aniversario de la construcción de ésta.


Domingo

Visita obligada a la Saint-Chapelle. La verdad es que justo las vidrieras del altar estaban en restauración, restando la belleza de estas vidrieras enormes . Son unas 12 o así, en cada una se narra un capítulo bíblico que se lee de izquierda a derecha y de arriba a bajo. Se debe ir cuando haya luz porque entonces es impresionante.

Después de esta visita, entrada en Notre Dame, y a comer. Por primera vez probé la raclette y la fondue. La verdad es que la fondue es un poco fuerte pero me gustó muchísimo. Y por la tarde al musical de Sonrisas y Lágrimas.


Así que estas me han dejado baldada.

lunes, 14 de diciembre de 2009

II Parte: La continuation

Empezamos camino hacia Cracow. Uno de los momentos que más me gustan de los viajes, es el propio viaje, es decir, los ratos de tren o coche dónde secrean los llamados "lloc bons". El ambiente es distendido, hay risas, nos quitamos las botas y nos ponemos cómodos mientras vamos pizcando del gran panetone y comentando las jugadas de nuestras respectivas oficinas. Es en estos instantes en los que se crea una gran complicidad y cómo no, siempre viene alguien a romperlos. En nuestro caso fue el antipático del revisor jefe, pues habíamos comprado unos billetes de estudiante que únicamente servían si eras polaco. La verdad es que no hubo ninguna astucia o picardía española a la hora de comprar los billetes y de entre los diez modos que había estaba convencida de haber comprado el correcto. El problema era que el revisor hablaba en polaco, Manu le decía que hablara más lento y el otro pasaba de él. La verdad que hay trabajos que te invitan a decirle al hombre tómate un allbran que parece que lleves un palo en el culo porque entre lo seco que suena el polaco, su cara seria y su velocidad hablando la verdad que no ayudaba a esclarecer la situación, más bien la convertía en más tensa. Suerte que una chica del vagón de al lado, a la que habíamos desplazado antes para estar todos juntos, vino a salvarnos de la situación. Muy maja y gracias a ella todo se solucionó de manera coherente. Cracovia es más turística que Varsovia, aunque tampoco me pareció una ciudad tan diferente a la primera, supongo que también hubo muchas cosas que se quedaron en el tintero. Lo que más me gustó fue su castillo con su plaza de armas, a parte de la zona del centro, con sus calles estrechas y la enorme plaza, quizás una de las más grandes de Europa. La iglesia que allí había era preciosa por dentro. El primer día visitamos Auswitch, cogimos una tartana de autobus y allí nos dejó en la puerta del primer campo. Si nadie te contara que allí se cometió uno de los mayores horrores de la humanidad, nada te lo haría pensar. Una gran calma y pequeños edificios de ladrillo rojo formaban el recinto. Sin embargo, nada es lo que parece y el patio que hay entre dos edificios, antes era un patio de afusilamiento. El largo edificio rojo con pequeñas chimeneas era una cámara de gas y un crematorio. Te enseñan las salas de cástigo, los objetos, el pelo y las historias de esta gente. Para quitarles toda identidad, perdían su nombre y se les asignaba un número. Imaginaos cómo acababa de demacrada la gente, que al final obtaron por tatuar el número porque sino era imposible reconocerlos. Llevo mis botas de goretex, mis pantalones térmicos y mi chaqueta de la nieve. De repente no llevo nada de eso, sino unos zuecos y un traje a rayas áspero y tieso. Mi cuerpo se congela y aprovecho la primera comida del día para entrar en calor, una sopa con productos podridos, antes de que nos manden a trabajar. El trabajo os hará libres, reza una frase a la entrada. Allí lo único que te hace libre es la muerte. Y es por eso que muchos se suicidan tirándose contra las vallas electrificadas. Mis rizos rubios han desaparecido, y el frío que me entra por la cabeza me recuerda que estoy rapada. No quiero seguir pensando como habría sido estar allí, que parte de nosotros saldría, como pudo existir todo aquel terror sin que nadie hiciera nada. Me invade una gran impotencia, una desolación por saber que otros hombres han hecho todo eso a otros hombres. ¿Por qué? Birkanau muestra el lado más oscuro, una gran explanada rodeada de alambrada y un vía que entra hasta allí. Todo estaba calculado al milímetro, todo se aprovechaba, hasta las cenizas.

En el hostal conocimos a una chica polaca cuyo abuelo estuvo en Auswitch I, fue un preso político que logró sobrevivir. Nunca les ha contado nada de lo que allí vivió. Espero que únicamente esto nos sirva para reflexionar, que las bofetadas del presente de un pasado cruel, inhumano y vergonzoso, nos despierten y alejen de cualquier fundamentalismo y radicalismo. Porque ya hemos visto hacía donde nos ha conducido éste. Saliendo de Auswicth, este viaje lo considero muy enriquecedor por todo lo que he aprendido del país que he visitado, de su historia, cocina y cultura.


Para ello una muestra de los numerosos homenajes que nos dimos.

















viernes, 11 de diciembre de 2009

I PARTE: Se retrouver

Para hablar del presente debo dirigirme al pasado

Agosto 2007
Anja y Patrick preparan esmeradamente la cena típica de su país. Ella lleva una falda larga y un pañuelo en la cabeza, símbolo de que está en faena. Su escritorio está lleno de pequeños volcanes de patata que poco a poco van pasando a la olla con agua hirviendo, siguiente punto de la cadena. Por fin llega la cena, riquísima y luego la música. Baila como si le fuera la vida en ello.

Año 1999
Estoy sentada en clase y llega Jordi el profe de Historia. Bueno hoy toca video de la segunda guerra mundial. Imágenes en blanco y negro con las tropas hitlerianas desfilando o del Fuhrer hablando al pueblo alemán llenan la pantalla. Y yo poco a poco me voy quedando dormida. ¡Vaya sopor!

Diciembre 2009
Es viernes y estoy tan nerviosa que hasta me choco con todo y me caigo, por fin ya sentada en el avión respiro algo más tranquila, pero muy ilusionada. En 2h 30m estoy allí y me encuentro con Alberto, un abrazón y a esperar a Fran, mientras nos intercambiamos las primeras impresiones. Primera mala noticia: al pobre de Fran le han cancelado el vuelo y no puede llegar :( Así que bajamos hacía el centro. Las calles son muy amplias y a esas horas apenas hay tráfico. Llegamos en seguida. Dejamos maletas y nos encontramos con Manu que nos lleva al bar donde están todos. Abrazos, besos, sorpresas.¡Qué bonito es reencontrarse! Cenita kebab y al primer bar. Era un sitio alternativo y a todos nos encantó, desde la variedad de la música, hasta la gente o el precio de las copas. De repente, Dani nos sorprendió con una rosa para cada niña, ahí la tengo encima de mi mesita como recuerdo de este viaje. Bailamos y dios mio como bailan en ese país, parece que se vayan a desencajar, ahí mi primer recuerdo al pasado. Y es que para entender hay que conocer ;) Nos lo pasamos en grande y hasta cayó algún cumpleaños feliz (ehh Jorge, que en secreto lo llevabas) Nos fuimos casi cuando cerraban y es que al día siguiente teníamos que ver algo, no? Llegamos al hostal y entonces fue cuando Alberto hizo amigas, véase enemigas, con una chinita, que se levantó con una mala hostia. Y claro luego nuestro amigo Garofalo iluminando con su linternita dinamo. Vamos que la liamos un poquillo ;)

Ni me enteré y ya estaba Alberto por ahí dando voces para levantarnos a todos y empezar nuestra primera visita por Warsawa. El anfitrión se durmió (desde luego Manu...yo pensaba que eras mas serio ;) ) y empezamos a andar por Nowy Swiat siguiendo la ruta real hasta el castillo y luego la plaza. Me encantan las ciudades en Navidad, había un pequeño mercadito en la plaza y en frente del palacio habían montado un escenario dónde cantaban animados villancicos. Primera foto de grupo:

Después de visitar el centro, nos desplazamos a la estatua del levantamiento: emotiva e imponente. En 1944 la ciudad se relevó contra las tropas nazis, así que Hitler no se quedó quieto y destruyó por completo la ciudad ("convertir la ciudad en un lago"). Este monumento al alzamiento se encuentra en el punto dónde se inició. Tal fue la contra ofensiva alemana que Warsawa tuvo que renacer de sus cenizas, como un ave fénix. La plaza y el palacio fueron reconstruidos gracias a fotografías, de forma tan fiel que están incluidos como patrimonio de la humanidad. Cuanto sufrimiento y que gran empeño de este pueblo por recuperar sus símbolos y su identidad. Primera lección del viaje: no sólo los judíos sufrieron sino también el pueblo polaco fue ultrajado y exterminado.

Seguimos con temas más alegres, y es que después de esto, ya nos estábamos muriendo de hambre y Manu nos llevó a un sitio pequeñitoy tradicional dónde todo estaba para chuparse los dedos. Escondido en el jardín secreto, en frente del hostal. Se hace raro pues estábamos comiendo y ya era de noche, me recordaba a mis días por el Norte. Después de llenar la panza y tomar un chocolate, preparense que nos vamos a Cracow. Y esto lo dejo para un segundo post que sino os voy a dormir.

domingo, 29 de noviembre de 2009

BRU XXL & BRU JAS

Por fin llegó el primer fin de semana de viajes. Alquilamos dos coches y el viernes por la tarde a eso de las cinco quedamos todos delante de la residencia. Estábamos muy animados y deseosos de salir de Francia y compartir una aventura para recordar. Llegaron los coches (aunque alguno se perdió por el camino) y arriba que nos vamos a Bruselas. La carretera está muy bien, autopista hasta allí y 13€ de peaje.

Bruselas es por todos conocida por ser la capital europea por excelencia, al albergar diversas sedes y también al parlamento europeo. Además, es conocida por dar nombre a las famosas coles, odiadas por la mayoría de niños del planeta. Pues hacía allí dirigimos la ruta del fin de semana. Y a parte de eso, descubrimos que la gente es muy amable.

Aún no sabemos si es porque la supuesta novia se quería quitar al chico de encima, pero a los primeros que preguntamos, una pareja, no nos soltaban. Tanto que la chica dijo: "Anda cariño acompáñales hasta el hostal". Así que el chico un poco metido en compromiso se fue a buscar el coche y nos guió hasta el Vanghogh Center.

El albergue estaba situado en el barrio musulmán, a unos 15 minutos del centro andando. El sitio tenía una cocina superacogedora además de un pequeño jardín interior muy bonito. Debido a que llegamos un poquito tarde y queríamos aprovechar el finde, esa noche sólo bajamos al centro y nos dimos una vuelta por allí. Eso sí, la gente se ofrecía a hacernos fotos para que salieramos todos, así que muy bien.

Al día siguiente empezó el recorrido, apenas salir del albergue ya perdimos algunos paraguas, medio rotos por el viento y la lluvia. Nos dirigimos al metro y empieza la odisea de esta ciudad, nada está bien indicado. Así que como no había nadie para ayudarnos, entramos sin pagar, con unas puertas bien grandes abiertas de par en par. Nuestro primer destino, la zona donde se realizó la expo en el año 1958 para ver el Atomium. Un edificio metálico que simula un cristal de hierro y que alberga un restaurante en lo alto del todo. Los brazos entre los átomos son escaleras mecánicas. A parte de eso, en esa zona hay poco a ver.

Cambiamos de rumbo hacía el otro lado exacto de la ciudad. Nos dirijimos a la zona de Schuman, donde se encuentra el parlamento europeo, la sede de la comisión europea y el arco del triunfo. Fue un paseo agradable, especialmente el camino desde el parlamento hacía el palacio real y después la gran vista de la ciudad, uno de los puntos que más me gustó.

En motivo de la celebración de la reunificación alemana, había varios trozos del muro de Berlín delante del parlamento.

Europa une hasta a las hermanas más guerreras, jejej.








Por otra parte, la grand place hace realmente honor a su nombre, es una plaza magnífica, espaciosa y con impresionantes edificios en todos sus lados, no es de extrañar pues que sea Patrimonio de la humanidad. Cerca de allí hay unas galerias comerciales dónde hay numerosas tiendecillas, entre ellas pastelerías y bombonerías. ¡Ay como entramos todos de rápido en la que podías degustar el chocolate! Y por favor, que asco el hombre que tocaba los bombones y los dejaba en su sitio. Un consejo: allí no compreis (es mucho más caro!).

Después fuimos a ver a la niña que mea: Jeanneke Pis, que está justo en frente del Delirium, un bar que ofrece más de 1000 cervezas, ¡increible no! Y pobre niña, que no me la visten como al Mannekin Pis :(




Seguimos nuestro paseo para comernos un goffre en frente del mini Mannekin Pis, yo lo compartí porque eso mira que empalaga!! Como puede ser tan atrayente un niño meando, aún no lo entiendo...

Esa tarde dimos una vuelta por el mercadillo de navidad, bebí vino caliente, callejeamos, ojeamos alguna tienda de comics de segunda mano en la rue Midi.

No puedo olvidar la comida muy buena, nos pusimos las botas. Algunos elegimos el plato típico moules frites, que son mejillones al vapor con un plato de patatas fritas. Además también probé otro plato típico: carbonnade flamande. Es carne de buey estofada con patatas al horno. Una carne muy tierna y muy bueno.







Y aunque parezca mentira, después de hacer todo eso, aún nos quedaba energía. Salimos un rato y me lo pasé genial, con mi hermana y Javi, como no, bailando como locos. Eramos los únicos, aunque el bar estaba hasta la bandera. Birra a 1,60€, yo me pedí un mojito y casi sangro (11,5€). Pero bueno, música buena que ya lo echaba de menos y algún que otro desliz a la bomba o al tiburón con los cuales nos echamos unas risas. El handicap es que el bar es pequeñito, se llama Coaster. Y yo no sé cuando estaría mi amigo Fran, pero allí no bailaba ni el tato ehh! Eso si nosotros la montamos parda, jejeje.

Brujas
A unos 100km de Bruselas nos encontramos con la preciosa villa de Brujas. Sus casitas bajas, canales, iglesias y edificios oficiales exuberantes consiguen eclipsar al visitante. Muy bonito, también con su mercado de navidad que le daba un encanto especial. Aquí sólo se habla flamenco, y impacta mucho como no estando tan lejos de Bruselas, ya hay mucha gente que no entiende el francés. La verdad es que vale la pena visitarla, no es de extrañar que fuera capital europea de la cultura.



















jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Por qué París es llamada la ciudad de la luz?

El otro día tuve el honor de hablar con una profesora de historia y le planteé esta duda que tengo desde que llegué a esta ciudad. Y la respuesta es simple, y alejada de las ideas fantasiosas que podamos tener. Esta ciudad fue una de las primeras ciudades europeas en tener alumbrado público, c'est tout! Más detalladamente he encontrado en algún blog que este nombre se le otorgó desde que Luis XVI ordenara colocar más de 3000 linternas en las calles, algo que no era habitual en ninguna otra ciudad europea. De esta manera durante su reinado, en el siglo XVIII, la oscuridad de las noches parisinas se hizó más clara, quizás intentando disminuir la inseguridad.





Hoy en día, sus numerosos edificios, palacios y su gran faro que rastrea cada milímetro de la ciudad siguen haciendo honor a esta pregunta.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Otro país...es otro país

Nos levantamos a las cinco de la mañana, ya no dormí muy bien por los nervios de volver a viajar, de ver a amigos que hace dos años que no veo y a otros que hace menos que los conozco, pero que también me hacía mucha ilusión ver. Llegamos a la estación a las seis. Y ya la llegada fue casi un milagro, pues en uno de los cambios de metro, mientras estábamos en el andén un vagabundo se sentó en la orilla del andén con sus piernas colgando a la vía. Yo le decía a mi hermana que no pasaba nada, que se retiraría, pero cuando quedaban 2 minutos para que llegara el tren y el hombre no hacía ningún amago de moverse, se me empezaron a crear dudas. Menos mal que vino personal del metro y lo disuadió de sus intenciones. Subimos al metro del que baja un chico negro vestido con un traje de terciopelo rojo, mientras en el andén hay una pareja, el tío con los pantalones medío bajados y un agujero en el culo del calzoncillo. Entonces ya des de el vagón, vemos la cara de una de las empleadas del metro con expresión: "Y que he hecho yo para merecerme esto!! El mundo está loco!"

Ya delante de la máquina expendedora de billetes nos es imposible retirarlos porqué no disponemos de la misma tarjeta con la que los compramos por Internet. Dirán que en Francia se puede negociar, país de derechos. Pero todo eso sólo es blablaba, no hubo manera, perdimos un tren que teníamos pagado por no poder sacar el billete.

Así que con cara de estúpidas, de joder porqué hemos hecho todo en el último momento, con ganas de romper algo. En esos momentos nace un pequeño hulligan dentro de nosotros, pero como le digo a mi hermana llora si quieres, pero mientras tanto busca soluciones. Ante los problemas hay que actuar, así que utilicé mi móvil para buscar en internet otros trenes o manera de recuperar el billete. En esos momentos la pequeña pantalla me mostró un sitio clave de la página, una intranet dónde escribir el identificador del billete.

Más tarde en su casa lo comprobamos y voilà! No hay que fiarse de la gente, porqué nos informaron mal, tanto la de ventanilla como el revisor. Exactamente no nos devolvían la ida, pero si la vuelta. Todo depende de la tarifa de compra. Así que al menos sólo hemos tenido que comprar la ida y la vuelta la cambiamos. Hemos perdido algo de dinero desgraciadamente, pero podría haber sido peor.

Así que aprovechamos para seguir haciendo un soeurs-weekend y visitamos París.
Comimos en Luxembourg, unos jardines dónde se encuentra el Senado, y que junto su Palacio, fueron mandados construir por Catherine de Medicis. Había mucha gente comiendo, paseando, niños jugando con barquitos en el estanque, macetas de flores enormes, al lado de árboles desnudos.




Fuimos hasta grand boulevards y allí descubrimos diferentes galerías muy bonitas. Había una tienda con objetos miniatura de casas de muñecas, impresionante. Después nos dirijimos hasta Opera para ver las vitrinas de Navidad de los Grand Magasin. Los almacenes LaFayette me recordaban a la puerta de la feria de abril. Era un estilo rococó, muy luminoso y de estilo árabe. Las luces se van enciendo progresivamente, como si fuera un amanecer, y realmente el cambio de potencia es muy grande. Entramos en el almacén y alucinamos con la cúpula, es muy bonita, y nos quedamos atónitos con los precios de los perfumes, channel nº 5 a 1111€, y no he puesto unos de más, ehh!!
Posteriormente vimos por fuera las galerias Printemps y nos dimos un paseo por la Opera.




El domingo se adivinó más tranquilo. Por primera vez utilizamos la olla expréss, así que ya sé que las lentejas en 20 minutos ya están hechas, que las dejé media hora y eso parecía puré. Eso sí quedaron buenísimas, con un trozo de lomo del Burgo y un buen trocito de chorizo de mi tío Amador. Uhmmm, y además vinieron Isa y Javi a comer, así que hubo sobremesa, con café. También ya sé utilizar la expresso de casa. Bien!! Por cierto antes fuimos a dar una vuelta por Champs Elysées, ya cerca de Concorde hay un montón de casitas de Navidad y una gran noria. Vendían vino caliente, crêpes, gorros, souvenirs rusos (Me sorprendió ver tanto tenderete ruso, eso sí, que caro que era el ámbar, si vais a Lituania aprovechar), decoración de navidad, y entre todo eso un viento helador y una lluvia que al final nos disuadió para volver a casa.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Inconnu XV

Muchos son los lugares turísticos de esta gran ciudad, pero prefiero alejarme de éstos para encontrar los mios propios. Escapo del centro turístico y me pierdo por el arrondisement XV.
La curiosidad me invade, pues cada vez que veo el faro retratado en mi guía, pienso: "Ahí quiero ir". Salgo del metro y a pocos metros me enfilo por una calle estrecha y solitaria. Su hedor me guía e indica que la dirección es la correcta. El agua que corre por la acera despide un fuerte olor a pescado, y éste consigue obsesionarme hasta provocarme nauseas. Menos mal que finalmente veo el faro, aunque me desilusiona la gran ilusión óptica que había creado en mi mente la fotografía de mi guía. En realidad, es un pequeño faro, nada que ver con la magneficiencia de otros que ya he visto. A su lado hay un pescador de cartón piedra, que mueve mecánicamente un brazo. Arriba, abajo, arriba. Aunque mi miopía me impide ver que es una figura y no una persona real hasta que me encuentro a escasos metros. Este lugar tan atípico está situado en el mayor centro de suministro y venta de pescado de París. Al ser domingo, el recinto estaba solitario y apenas había más actividad que dos camiones descargando.



Un poco decepcionada continuo caminando hasta una pequeña villa, llamada Santos-Dumont. Gracias al empeño de los artistas que allí habitan, continúa en esta un oasis de calma. De repente desaparecen los coches y parece que no esté en París. La quietud lo envuelve todo. Una pequeña chimenea deja escapar un humo blanco y constante que se expande poco a poco por la atmosfera, sumándose al escaparate de hojas caidas, escobas esperando a ser utilizadas y a rojas enredaderas que ponen una nota de color en esta tarde gris. Aquí parece que el tiempo baila poco a poco disfrutando del concerto de Otoño de Vivaldi que algunos de los huéspedes debe escuchar.

Continuo caminando y vuelvo al corazón del barrio en búsqueda de otro lugar secreto, aunque éste acaba siendo un poco decepcionante, pues es un taller que está cerrado y que poco aporta a lo que ya he visto. Me siento en el banco de un parque y ojeo el mapa para situarme. "Madame, s'il vous plaît nous sommes en train de fermer". El guardián que aún conserva el silbato en sus manos me abstrae de mis pensamientos devolviéndome al banco que ocupo. Salgo del parque y de repente una concentración de patinadores empiezan a cruzar la calle. Son muchos y de todas las edades y estilos. Y reflexiono sobre lo variopinto que puede ser París.





sábado, 14 de noviembre de 2009

Chartres

El 11 de noviembre se celebra en Francia el armisticio de la Primera Guerra Mundial. Éste se firmó el 1918 en un vagón de tren en Rethondes. Así que aprovechando el día festivo, fuimos a visitar Chartres.



Chartres es una pequeña ciudad a una hora de país que cuenta con una iglesia impresionante, de hecho está considerada por la unesco como patrimonio de la humanidad. Además por allí pasa el Camino de Santiago!



En esa catedral construida en diferentes épocas, fue coronado el rey Enrique IV. Como podeis ver, nos animamos unos cuantos, hizo un día espléndido y callejeamos un poco por el pueblo. Además como no, conocimos a un personaje. Un hombre de barba larga y blanca, de ojos inquietos y brillantes. Era escritor, escultor, fotógrafo. Una persona increiblemente inquieta con la que estuvimos hablando un rato, le pedimos que nos hiciera unas fotos. Y lo mejor, es cuando vuelve al restaurante y aparece con su cámara reflex impresionante y nos empieza a hacer fotos, pero que el hombre no paraba. Qué risas!!!



domingo, 8 de noviembre de 2009

Arrondisement 13 - China Town Parisino

El otro día asistí a una visita guiada por el distrito 13. Éste tiene la mayor concentración de ciudadanos con orígen asíatico de todo París y Francia. Y tal es su número que hasta van a inagurar en breve la primera radio bilingüe chino mandarín - francés de toda Europa. Se hablará de los paises de Oriente en francés por las mañanas y por la tarde se hablará de Europa en chino. Una buena manera de acercar e integrar ambas culturas.









Tiene gracia que gente tan supersticiosa como los chinos acaben viviendo en el distrito 13, quizás para ellos este sea un número más. La verdad es que ese día fue muy enriquecedor ya que descubrimos muchas cosas de la cultura china. Me llamó la atención que detrás de todos sus pensamientos existe una gran filosofía y tradición. Por ejemplo, ellos tienen seis elementos, no cinco como nosotros (el sexto es el metal). Cuando hacen una comida importante siempre hay pescado y fideos largos. Los fideos largos mostrando un símbolo de longevidad. Y por otra parte el pescado lo comen sirviéndolo entero, y sus espinas simbolizan que esa reunión deja algo.

La verdad que nos explicaron tantas cosas que he olvidado muchas, pero me sorprendió lo poco que sabía de los chinos, más que en Barcelona tienen tiendas por todas partes. Por ejemplo el jade es muy importante para ellos, y las mujeres normalmente llevan una pulsera de jade. Si alguién se cae y se rompe es buena señal, porque significa que la persona está protegida. También algunos tenían como un espejito y unos símbolos en la entrada de sus comercios, para auyentar a los malos espíritus. Cuando traen aquí sus medicinas las exportan y las venden como hierbas ya que la medicina tradicional china no está reconocida como tal.

Grandes supermercados pero sin descendencia, los hermanos Wan ..... y hasta un mcDonalds con el cartel en chino



Los pobres de París

Los pobres de París pretende ser una reflexión sobre los sin techo o los sin comida. Éstos últimos empezaron a aparecer ya hace unos meses debido a la crisis. Y es que aunque Francia ya no se encuentre en recesión son muchos los habitantes de París que se encuentran bajo el umbral de la pobreza.


No sé por qué este tema me atrae, será que deseo alejarme del estereotipo de la ciudad chic y lujosa a la que nos tienen acostumbrados películas y programas de viajes. Me sumerjo en la pobreza material, porque cabe resaltar, que pobres hay muchos, y hasta a veces los más ricos son más pobres que los primeros en muchos otros ámbitos.


Me siento en el tren y pasa una mujer de unos cincuenta años, regordeta y bajita, de tez clara y abrigada con un plumas. "Estoy en el paro, tengo hijos, no tenemos ni para comer. Les agradecería cualquier ayuda, dinero, cheques restaurante,...". Entonces un chico con pelo despeinado y que habla por el móvil atiende, y saca de su chaqueta una billetera de cheques. ¿Ha dicho cheques? Y le alarga uno. La verdad es que me ha impactado pues nunca había visto a alguien pidiendo hasta cheques restaurante, lo que me hace pensar en la desesperación. Me hace pensar en nuestra indiferencia. Ante una sociedad injusta y consumista que se rompe, y deja victimas, heridos, a los que los políticos no buscan soluciones, sino parches. El ejemplo político debe existir en todo momento, tanto en tiempos de bonanza como de precariedad, y es que como unos señores se pueden gastar un millón de euros en una cena de una noche teniendo a ciudadanos suyos sin tener que llevarse a la boca.
Y pienso en que acciones nos hacen salir de la indiferencia y ponernos en el lugar del otro, y encuentro la literatura y el cine como herramientas para empatizar y ponerse en otra piel que nos haga ser humanos.

Trabajo en uno de los barrios más lujosos de París, pero la miseria no escapa a estos lugares tampoco. Al lado de un museo, les veo tumbados en el suelo, parecen lagartos tendidos a un sol que no aparece, pero a un calor que procede del suelo. Pues están tendidos sobre la rejilla del metro, aprovechando el aire caliente que sale del subterraneo mientras pasan las horas. No son los únicos. Ahí está, tumbado, tapado con un saco día y noche, salga o entre a casa, allí le veo. Ni la lluvía le mueve a buscar cobijo. Como un elemento más del mobiliario urbano, allí está él dejando pasar la vida mientras los demás pasan a su vez cerca pero no mirando.

Me dicen que Francia es un país de derechos y me pregunto quien lucha por los derechos de esta gente, que les pasa para no luchar por ellos. ¿Por qué pasan los lunes al sol? Al menos todas aquellas personas que no pueden pagar el alquiler durante los meses de invierno, no pueden ser expulsadas de las viviendas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Marché aux Puces

Famosos son los mercados de París, así que el fin de semana pasado, nos dispusimos a descubrir uno de los más antiguos de la ciudad. Situado en la Porte de Clignancourt, es uno de los mercados de antigüedades más grandes del mundo. Está abierto sábado, domingo y lunes de 9-18h. Y bueno, hay de todo. Desde converse a 35 euros, hasta chaquetas de piel, bolsos marroquies, ropa deportiva. Vamos un poco parecido al mercadillo de Badalona o Sant Adrià, pero con menos variedad, e incorporando la zona de antigüedades. Nada más salir del metro, te encuentras con un gran ir y venir de gente, y con la primera parte del mercadillo: los puestos de ropa y bolsos. Uno debe pasar a la peripherie, para internarse en un pequeño remanso de paz. Callejuelas estrechas y locales de una planta dónde se pueden ver y comprar antigüedades: muebles, esculturas, cuverterías. Es en este sitio donde hay un restaurante muy especial, un poco estravagante donde hay una cantante que canta canciones de Edith Piaf. El precio es razonable y parece ser un sitio dónde va gente de la zona.





Por la tarde continuamos la visita turística por el centro. Nos disponiamos a ir al centro Pompidou, cuando en la misma calle Rivoli, me fijé en un edificio en cuya entrada había un cartel que invitaba a visitar gratuitamente las exposiciones de diferentes artistas. Me encantó, como en el mismo centro de la ciudad, al lado de tiendas de ropa y restaurantes, había un viejo edificio que era una isla al consumismo y una entrada a diferentes talleres de jóvenes creadores. Cuadros, concierto de música, desorden, fotografías, olor a pintura y aguarrás resumirían parte de las experiencias de las que fuimos partícipes. Por aquí os dejo algunas fotos. El lugar estaba situado en Rivoli 51, por si a alguien le interesa.





Por la noche, aunque estábamos un poco cansados, decidimos salir, fuimos a l'escene de Bastille. Es la primera discoteca a la que voy aquí y bueno me pareció un poco timo.

12€ entrada + 2 € ropero
9 euros copa / 8 cerveza

La música no me gustaba, era como hip-hop pero tampoco era una música muy rítmica así que era un poco, ¿cómo bailo esto? Aquí les encanta montarse los corros de la calle dentro de la discoteca, así que como no había un grupo de flipaos haciendo break y con los que nosotros flipamos por supuesto. Y la mayor casualidad es que al final acabamos en el mismo autobús, habiendo cogido nosotros una conexión diferente, y era como estos no suenan de algo...

Lo que más me gustó del sitio fue el lugar, más bien el edificio, que era como una casa, subias unas escaleras estrechas y en el segundo piso estaba el ropero. Lo peor los dj's, que daban un poco de pena, tres personas superemocionadas para pinchar, bueno...

Lo extravagante, porque en estas ciudades siempre tiene que pasar algo, fue el borracho de la parada de autobús. Llegamos y nos empieza a decir que llevaba más de dos horas esperando a su autobús. Ya que nosotros le dijimos si había pasado el nuestro, el nos empezó a hablar. Total que llega su autobús, pero era como un autocar que no permitían ir a gente de pie y el tío no cabía. Entonces el autocar se queda quieto y no arranca, en un instante aparece la policia, sube al autobús y le baja, y el hombre: "No sin mi bolsa!!!". Me cogió la risa, y me miró con una cara, jejeje. Así que al final la policia le echó del autobús y ahí se quedaron hablando, porque justo llegó el nuestro.

El teléfono

La vida está llena de muchos juegos de teléfono absurdos. El juego en el cual una palabra se susurra al oído de jugador en jugador y el último la dice en voz alta para constatar como un mensaje se convierte en otro nuevo según la comprensión de los jugadores.

Lugar: Comedor de mi nueva casa
Jugadores: Mis compañeros de piso y yo
Situación: El chico y la chica están hablando y acaban discutiendo sobre un tema X. Yo entiendo que la chica había vivido en el sur de Francia en la calle. Ganaba 10€ la hora pidiendo, guardaba sus cosas en una taquilla y se echaba colonia para oler bien.
Situación real: Va a ser un misterio para mi y para vosotros.

Lugar: Entrada de mi edificio
Participantes: Vecinos, compañeros de piso, joven repartidor de comida thai y yo.
Situación: Llego a la entrada del edificio y un chico de piel morena, delgado como un palillo y que debe tener sobre unos 15 años me muestra un papel con una dirección. Toda la información es correcta salvo que no tiene escrito el número de puerta. Intento ayudarle pero su francés es aún más precario que el mio. Sale del edificio y duda, entonces le abro la puerta y le digo: "entra, creo que te puedo ayudar, yo vivo en la misma planta". Cogemos el ascensor junto a otro vecino, los nueve pisos se convierten en un silencio incómodo, mientras el ascensor va avanzando. En ese silencio, le observo y me fijo en sus ojos, grandes y verdes, preciosos resaltando sobre su rostro canela. Salimos del ascensor junto al otro vecino, ya podemos descartar una puerta, entonces vamos llamando puerta por puerta, y la acción se convierte en un baile en el que el llama pero se pone detrás de mi y yo me muevo para que él quede delante. Pocos vecinos abren y muchos son los que preguntan a través de la puerta. Entonces él contesta con un delgado hilo de voz: "Reparteurr!!". Su bolsa térmica de flores va llena de una comida que espera alguien a quien no encontramos. El chico llama a la segunda puerta de mi casa y la novia de mi compañero entre abre la puerta, la cierra, pero me ve de perfil y entonces la vuelve abrir del todo. Entonces se caen todas las bolsas de basura que estaban apiladas y se descubre una mancha roja que cubre el suelo. Entre todo el jaleo yo intento explicarles que hago allí con ese chico.

sábado, 17 de octubre de 2009

Buscar piso en Paris

Zamora no se hizo en una hora, así mismo haceros con un pisito o habitación en París no va a ser menos. La tarea de buscar piso en la ciudad de la luz es ardua y a veces poco fructífera. Hables con quien hables siempre te cuentan historias que más que animar, desmotivan. Así que yo os recomiendo una gran dosis de optimismo y pensad que al menos os va a llevar una semana mínimo.

Pensad que el 40% de la población de París son extranjeros, por tanto, la vivienda en alquiler es un negocio más. Me parece una estafa, y lo es, ya que no está ni acorde con el salario básico francés. Pero si quieres vivir cerca del Sena, hay que pagarlo.

Aquí os dejo consejos, fuentes de búsqueda e impresiones que yo he tenido.

Opciones

Las opciones que yo me planteé fueron compartir piso o vivir en un estudio.

Estudios
Los estudios son habitáculos de 9 a 30 metros cuadrados, en los que normalmente hay una única habitación que hace a su vez de cocina, comedor, dormitorio. Todo depende del estudio, ya que a veces están separados. Un estudio en buenas condiciones lo puedes encontrar a partir de 750€ para arriba.

Compartir
De compartir he visto de todo, desde compartir hasta la cama, hasta la habitación dónde se duerme. También están los llamados pied-a-terre, pisos para vivir entre semana y dejarlos libres el fin de semana. Pisos en los que no se permite vis-a-vis o que no tienes acceso a todas las habitaciones. Pero no os preocupéis ahora explico lo estándar. Pues bien, normalmente los pisos en París no son muy grandes, así que la mayoría de ofertas son para compartir con una sola persona. Convivir con 2 o 3 personas más, no es lo común pero también existen algunas ofertas.

Cosas que me impactaron

La mayoría de pisos no tienen ascensor. Así que no os asustéis por un sexto sin ascensor y con unas escalerillas de madera que no sabes cuanto van a aguantar. Aquí eso es normal. Además la mayoría de casas en vez de llave en la puerta principal tienen el llamado digicode, un código que marcas en un teclado en la entrada.

Olvidaros de horno, aquí el espacio es oro y hasta las neveras son muy pequeñas. En los estudios y algunos pisos normalmente hay dos fogoncillos pequeñitos y ya está. Así que si no hay horno, no penséis que va a existir lavadora. En París la gente lava en las lavanderías, cuesta entre 3 y 4€ dependiendo del tamaño de la lavadora.
Los lavabos siguen la misma teoría, pequeñitos, normalmente el w.c. está separado de la ducha pero depende. Bañeras haberlas ailas como dicen los gallegos, pero no es lo normal.

Fuentes de información
  1. Particulier À Particulier (PAP) Revista de publicación semanal, sale cada jueves, con numerosos anuncios de estudios. Los anuncios van que vuelan. Así que yo os recomiendo que os suscribáis también a su página en internet, de esta manera podéis recibir cada día a vuestro mail, la notificación de nuevos anuncios dados de alta a través de la web.
  2. Appartager Página web dónde puedes encontrar numerosos anuncios para compartir piso. Debes inscribirte y recibes en tu e-mail ofertas que te pueden interesar. La inscripción gratuita es como miembro básico. Te recomiendo darte de alta y pagar la cuota semanal o mensual, según tu necesidad. Y es que el gran handicap es que si tu estás interesado en un piso y te responden no puedes abrir el mensaje a no ser que seas miembro premium (de pago).
  3. Seloger Agencia por internet que te ayuda a encontrar piso. A mi no me ha sido de utilidad ya que no he obtenido respuesta para ningún mensaje de los que envié, pero aquí la dejo.
  4. La iglesia americana. Sé que esto puede sonar a chiste o broma, pero es cierto. De hecho yo fuí y me sorprendió la cantidad de gente que había consultado anuncios. Hay un gran número de anuncios, tanto de estudios como para compartir. Además si buscas un pequeño trabajo, también hay bolsa de empleo. Esta cerca de la parada del Pont del Alma (RER C)

Importante
  1. Aunque en el precio normalmente dicen que está todo incluido, preguntarlo y aclararlo. Ya que normalmente la electricidad e internet no lo están. Esto supone unos 50 euros más (15€ internet + 30€ luz).
  2. Aquí todo se paga con cheque. Así que el alquiler no será menos. Hay pisos donde además te piden uno o más meses de caution (depósito) o un garant (abal)
Consejos
  1. Llamad! El anunciante normalmente está sobresaturado de mails, así que una llamada es siempre la forma más directa y segura de saber si la otra persona ha alquilado ya la habitación o no, y de cuando podéis quedar para verla. Si es un estudio cuanto antes mejor, lo de compartir va un poco diferente, luego os cuento.
  2. Prepararse la conversación antes de llamar es importante porque no olvidéis que sois extranjeros. Y por defecto da menos garantías, y si vuestro francés no es muy bueno ... (como el mío) A mi me han llegado a chillar por el teléfono, pero no hay que desesperar, que imbéciles los hay de todas las nacionalidades. Así que preparaos una conversación, preguntas que podáis tener y si sabéis alguna información (parada de metro, calle) tenedla preparada en el google maps. Yo he alucinado con el nombre de algunas calles, que ni deletreándome me enteraba, por eso cualquier detalle que os pueda ayudar en la llamada, puede ser la clave.
  3. Tener móvil francés. Muchas veces te tienen que volver a llamar para quedar o decirte si o no, existen móviles de tarjeta por 30€ que os pueden ayudar a salir del paso.
  4. Una amiga francesa me recomendó no vivir en los arrondisements 18, 19 y 20. Yo visité un piso en el 20 y aluciné, supongo que no estamos acostumbrados a ser los diferentes. Supongo que todo depende de tu experiencia personal y de la sensación que tengas al visitar el barrio. Montmartre aunque suene muy idílico tiene también sus zonas peligrosas y de prostitución. Así que como dije antes, a pasearse por el barrio antes o después de ver el piso.

Mi experiencia

Yo desde un buen principio pensé en compartir. Aunque hay contras, también hay muchos pros: la oportunidad de vivir en un piso mejor, además de poder conocer a gente del propio país y acercarte de esta manera más a su cultura y forma de vivir. Tras mi experiencia fuera, este era una de los reproches que me hice más tarde, así que repitiendo quise hacer el esfuerzo de introducirme de alguna manera en el pensar de la sociedad que te acoge. No es fácil, me han dicho que vivir con alguien que no habla bien francés les podía estresar, y es que no había contado con el contra del idioma. Mi francés es de segunda de escuela oficial y vivir únicamente con otra persona es más duro que convivir con más gente, ya que obligatoriamente tiene que existir conexión con el otro Hay veces que te sientes muy agusto en el piso pero no con el barrio, como me pasó a mi en el arrondisement 20, pensaba de repente que había viajado a otro continente. La colocation no es fácil ya que la entrevista tanto para conocer el piso como a tu posible coloc es como una selección de trabajo. Ellos ven a mucha gente y a la semana siguiente más o menos, te dicen algo. En total, dos semanas para saber si hay alguien a quien le has caído lo suficientemente bien como para compartir. Y esto se basa en primeras impresiones, así que hay que aprovechar el momento y ser uno mismo.

Mucha suerte! Espero que esto sea de ayuda para todas aquellas personas que se muevan a París.

miércoles, 14 de octubre de 2009

RER moments

El RER es el tren de cercanías que conecta en París los banlieus (es decir, la periferia) con la ciudad. Normalmente por la mañana es una latita de sardinas y según a que hora de la tarde también. Ayer tuve anécdotas de ida y de vuelta, así que he decidido dejarle un capitulín.

"Oye, Jose ¿cuando llegamos? Que tu sabes que esta es la segunda vez que me monto en el metro en mi vida. La primera fue en el tranvía y ya está" - decía un hombre con acento andaluz vestido con camisa roja y un traje y corbata negros. Entonces Jose, un hombre alto y de pelo largo rizado le pregunta a un francés rubito. "Quedan muchas!"
El del traje va resoplando y finalmente vuelve a preguntar. "Quedan 4".
-"Pues a ver como lo vamos a hacer porque a mi se me está empinando"
-"Quillo ya veras tú como te apañas"

Finalmente las chicas que estaban junto al del traje se bajan y este respira tranquilo, voy a bailar un zapateao. Y le veo moviendo los pies.

Vaya que momento muy spanish.

El segundo es más negativo. Volviendo a casa con mas de 38,5º de fiebre, deseando llegar y el tren que se queda parado en cada parada un buen rato. Entra un chico con malas pintas merodeando y preguntando, iba como drogado. Entonces de repente entra un negro en el vagón y le grita "Qu'est-ce que tu as fait a ma copine??" (¿Que has hecho a mi novia?) Le coge le tira al suelo en el medio del pasillo y le empieza a patear. ¿Y dónde paso esto? Pues justo a mi lado!! En cuanto tuve hueco me salí de allí. Vinieron otros chicos y calmaron al negrito. Y yo cagada ya y harta de tener que estar esperando en el tren por esta gente.

lunes, 12 de octubre de 2009

Montmartre et la Vendange

Todos os acordaréis del famoso tiovivo que aparece en Amelie o de las escaleras del Sacré Coeur imponentes, desde donde descubriendo el horizonte pariseño se huele a óleo y arte.
Este fin de semana había diferentes actos en honor a las fiestas de la vendimia. Pues éste, es el único barrio de París donde aún quedan viñas, y e aquí el motivo de la celebración. Aunque remarcaría que viñas hay más bien pcoas, la mayoría jóvenes y pongo en duda que salgan más de una docena de botellas de estos viñedos.

Sábado

Isa, Javi y yo bajamos a la Vendange, como primer destino elegimos los "Jardins du Ruisseau". A primera vista pasaron desapercibidos, pero e aquí que nos encontramos a una asociación de gallegos. Son un equipo de futbol que a su vez han montado un bar y ahí estaban tan contentos comiendo pulpo. "Yo soy gallego, aunque lleve aquí 36 años. Los dineros me vendrán de los gavachos, pero yo gavacho no soy, eh!!"- decía un hombre que no llegaría a los 50, con un francés perfecto y un castelllano con un fuerte acento gallego. Aunque al principio no supieron guiarnos, entre unos y otros al final se acordaron y nos ayudaron a encontrar el pequeño jardin. Y es que en París cualquier rincón es bueno para cultivar unos tomates, cebollas, frambuesas, flores o uvas. Lo digo porque este lugar estaba situado al lado de las vías del tren y no hacía más de 3 metros de ancho. De hecho, las viñas, estaban plantadas casi en la pared, y como aún no daban para vino, bebimos vino del noroeste acompañado de salchichón y de un bizcocho con azucar.






La gente era simpática y se respiraba un ambiente festivo, estuve hablando con una chica chilena cuya familia se exilió del país cuando el golpe de estado de Pinochet. Ella era ayudante de dirección y me explicó como se había metido en el mundo del cine empezando a hacer comerciales de comida. ¿Cómo hacer para que la comida parezca sabrosa y apetecible? Ese era su singular trabajo. Me explicó que nos olvidemos de cines a 3€ y que París es la ciudad con el mayor número de cines del mundo, pero que la oferta tampoco es tan alternativa.

Allí pasamos un buen rato y con el sol que se dejaba ver, nos esperaba un gran día. Caminamos en dirección a Montmartre, subiendo escaleras y recorriendo calles estrechas. Hasta que voilà, llegamos a la feria de productos típicos. Si algo me quedó claro ese día, es que franceses al igual que españoles, son amantes de la buena vida. La gente compraba copas de champang por 5 euros o vasos de vino por 2€. Había puestos de queso, salchichones, foie, miel, panes y tartas. Vamos que ese día no nos cansamos de utilizar la palabra goûter (probar). Había una parada del país vasco francés dónde nos beberíamos al menos cinco chupitos de diferentes sabores.





Al final decidimos ir a otro punto del barrio dónde organizaban alguna actividad más, pero resultó ser que nos adentramos en la zona de immigrantes. Los únicos blancos, nosotros y la policía. Isa diciendo vamonos y yo haciendo fotos a la carnicería con más pies de vaca que he visto en mi vida. Había unas negras que parecía que iban de boda, con unos vestidos largos y pañuelo a conjunto en la cabeza, colores vivos, y unos pendientes enormes. La verdad que era todo muy pintoresco.

Finalmente salimos de allí, tras que Javi hubiese pisado una mierda, y fuimos al hospital Bretonneau a ver sus viñas y degustar un poquito de vino. Para esos entonces llegó mi hermana de la biblioteca y allí estuvimos, en los jardines del hospital charlando tranquilamente y descansando de un día de savoir vivre.


Domingo

El domingo volvimos, esta vez con María y Enric. Además mi hermana dejó el estudio para la tarde y se unió también a nosotros. Teniendo la experiencia del día anterior, decidimos comer allí, así que nos partimos bocadillos de queso con jamón, hecho como si fuese una reglette y luego bocadillo de foiegras. Además nos compramos una botella de vino, probé las otras (ya no me acordaba si me gustaban o no. Si que están buenas si!) y volvimos al sitio de los chupitos. Esta vez había menos gente y aunque creo que nos bebimos los mismos chupitos que el día anterior el chico estaba con una cara de a ver si se van estos gorrones españoles :P


El resto del día consistió en visitar pisos, ya crearé una entrada especial sobre este tema.