domingo, 1 de noviembre de 2009

Marché aux Puces

Famosos son los mercados de París, así que el fin de semana pasado, nos dispusimos a descubrir uno de los más antiguos de la ciudad. Situado en la Porte de Clignancourt, es uno de los mercados de antigüedades más grandes del mundo. Está abierto sábado, domingo y lunes de 9-18h. Y bueno, hay de todo. Desde converse a 35 euros, hasta chaquetas de piel, bolsos marroquies, ropa deportiva. Vamos un poco parecido al mercadillo de Badalona o Sant Adrià, pero con menos variedad, e incorporando la zona de antigüedades. Nada más salir del metro, te encuentras con un gran ir y venir de gente, y con la primera parte del mercadillo: los puestos de ropa y bolsos. Uno debe pasar a la peripherie, para internarse en un pequeño remanso de paz. Callejuelas estrechas y locales de una planta dónde se pueden ver y comprar antigüedades: muebles, esculturas, cuverterías. Es en este sitio donde hay un restaurante muy especial, un poco estravagante donde hay una cantante que canta canciones de Edith Piaf. El precio es razonable y parece ser un sitio dónde va gente de la zona.





Por la tarde continuamos la visita turística por el centro. Nos disponiamos a ir al centro Pompidou, cuando en la misma calle Rivoli, me fijé en un edificio en cuya entrada había un cartel que invitaba a visitar gratuitamente las exposiciones de diferentes artistas. Me encantó, como en el mismo centro de la ciudad, al lado de tiendas de ropa y restaurantes, había un viejo edificio que era una isla al consumismo y una entrada a diferentes talleres de jóvenes creadores. Cuadros, concierto de música, desorden, fotografías, olor a pintura y aguarrás resumirían parte de las experiencias de las que fuimos partícipes. Por aquí os dejo algunas fotos. El lugar estaba situado en Rivoli 51, por si a alguien le interesa.





Por la noche, aunque estábamos un poco cansados, decidimos salir, fuimos a l'escene de Bastille. Es la primera discoteca a la que voy aquí y bueno me pareció un poco timo.

12€ entrada + 2 € ropero
9 euros copa / 8 cerveza

La música no me gustaba, era como hip-hop pero tampoco era una música muy rítmica así que era un poco, ¿cómo bailo esto? Aquí les encanta montarse los corros de la calle dentro de la discoteca, así que como no había un grupo de flipaos haciendo break y con los que nosotros flipamos por supuesto. Y la mayor casualidad es que al final acabamos en el mismo autobús, habiendo cogido nosotros una conexión diferente, y era como estos no suenan de algo...

Lo que más me gustó del sitio fue el lugar, más bien el edificio, que era como una casa, subias unas escaleras estrechas y en el segundo piso estaba el ropero. Lo peor los dj's, que daban un poco de pena, tres personas superemocionadas para pinchar, bueno...

Lo extravagante, porque en estas ciudades siempre tiene que pasar algo, fue el borracho de la parada de autobús. Llegamos y nos empieza a decir que llevaba más de dos horas esperando a su autobús. Ya que nosotros le dijimos si había pasado el nuestro, el nos empezó a hablar. Total que llega su autobús, pero era como un autocar que no permitían ir a gente de pie y el tío no cabía. Entonces el autocar se queda quieto y no arranca, en un instante aparece la policia, sube al autobús y le baja, y el hombre: "No sin mi bolsa!!!". Me cogió la risa, y me miró con una cara, jejeje. Así que al final la policia le echó del autobús y ahí se quedaron hablando, porque justo llegó el nuestro.

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