jueves, 17 de diciembre de 2009

Under the snow

Salgo a la calle y nieva, dulce y pausadamente. Entonces una sonrisa se me dibuja en la cara. Me gusta la nieve y más en Navidad. Me gusta porque me trae recuerdos: un bosque y nieve virgen. Pasar por donde nadie antes ha pasado, me recuerda al paseo lunar de Neil Amstrong, dejando huella. Sin embargo, la mía pronto se borra o se mezcla con otras huellas, pero aún y así no pierdo la satisfacción de ese sonido que hace la nieve al comprimirse bajo la presión de mi cuerpo. Me gusta escuchar ese ruido rodeada de un silencio absoluto, sin embargo, aquí en Paris es imposible: coches, gente, motos... Demasiado ruido para apreciar los detalles.



El tiempo sigue pronosticando más nevadas, a ver como cambia mi opinión cuando me resvale en una calle helada...

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