En la ciudad de los ciegos, los videntes son los que menos ven. Hoy en el metro de París una mujer ciega casi se cae entre el espacio que dejan los dos vagones del metro. Mi hermana y yo desde dentro de uno de los vagones hemos empezado a chillar como unas histéricas: ¡Nooooo! Todo el vagón se nos ha quedado mirando pensando: "¿Qué les pasa a estas?" Nosotras ni nos hemos percatado, aún atentas a los movimientos de la invidente que no sé si por la vibración de nuestros gritos ha reculado y finalmente ha entrado exitosa en el vagón de al lado.
El tren se ha puesto en marcha y nosotras hemos mirado al vagón y nos hemos preguntado: ¿Qué les pasa a estos? Si viendo un problema te haces el ciego...
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