miércoles, 13 de octubre de 2010

La historia del cruasán

Cruasán
Croisan
Croisant
Croissant que rico sientas por las mañanas.

Pensaba que era un boulanger quien te inventó y voy y descubro el otro día que todo fue fruto de Bäcker.

Había una vez, hace mucho tiempo en una ciudad llamada Viena, un ejército otomano dispuesto a invadir la capital. Los sabios otomanos decidieron excavar varios túneles para entrar en la ciudad pillando de improvisto a todos los austriacos. Así pues, empezaron a excavar durante la noche para evitar levantar sospechas, pero he aquí que los panaderos entran en la historia. Los bäcker escuchaban ruidos extraños y se percataron de la intención de los invasores, advirtiendo a sus conciudadanos. De esta manera los austríacos junto con la ayuda de los polacos expulsaron del país a los otomanos.

Se dice pues que los panaderos austríacos elaboraron una nueva viennoiserie para mofarse de los turcos otomanos, y es lo que hoy conocemos como croissant.

Fue un austríaco quien llevo la medía luna creciente a París, y los franceses quien acabaron dándole el aspecto hojaldrado que conocemos hoy en día. Gracioso pues, que la misma palabra "viennoiserie" nos indique ya el origen de esta bollería.

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