1...2...3...ACCIÓN

¿Alguna vez os habéis planteado una película no como espectador sino como director? En mi primer contacto con el mundo del cortometraje estoy descubriendo muchísimas cosas. Escribir una historia no es fácil, pero mostrarla es aún más difícil. Cuando escribo no pienso en lo que los demás pensarán o interpretarán, simplemente arrojo a mi blog mis inquietudes o vivencias. Pero la tarea creativa de un corto demanda más.


¿Cúal es el centro de la historia? ¿Esto es verosímil? ¿El final deja al espectador un buen gusto de boca?, ¿lo que pasa es demasiado evidente? ¿Qué parte de la realidad presentamos al espectador sin que el personaje la conozca? ¿Cómo mostramos a nuestro personaje? ¿Tendría más peso un personaje femenino o masculino? ¿Y cómo cambiarían las realidades y sus actos en función del sexo?

Como se puede comprobar la lista de preguntas es infinita, y aquí aún he omitido las cuestiones respecto a los retos técnicos, escenario, sonido, música y montaje. En junio tiene que existir algo, y existirá. Me hace ilusión que por fin empiece algo y no se quede el jersey sólo con las mangas. De hecho, el escribir el título de este post me ha traido por primera vez a la mente el sonido de la claqueta, provocando un cóctel de excitación y temor. Tengo ganas de estar a las cinco de la mañana sobre una calle parisina creando lo que ya está naciendo en papel, aunque no puedo negar que siempre está el miedo a que de ahí salga una mierda.

Ahora falta mucho curro, trabajo en equipo y aprender a utilizar la cámara, a parte del programa para montar la peli. Nos espera una aventura que implicará fines de semana, y que aún siento tan disfusa que me parecen lejanas las horas de montaje frente el iMac de 27" en el zulo.
Me he dado cuenta que en cuanto yo me pongo a escribir haría una peli rara que no tiene porque ser verosímil porque quiero mostrar la absurdidez de la realidad.

No os preocupeis que mis ideas se han quedado bien guardaditas, haremos otra cosa que siento que ha nacido de mi compi, pero que estamos aún moldeando.

¿El resultado? Dentro de unos meses, unas jóvenes realizadoras se habrán adentrado en el complejo mundo de la narrativa a través de la imagen. Prepárense las palomitas y guarden los tomates.